Cada cierto tiempo me visitas, desde que te conocí, nunca has dejado de estar presente en mi vida, o alomejor soy yo la que no te ha dejado ir, pueden pasar meses, pero nunca desapareces por completO.
Percibes si estoy triste, alegre, enojada y detectas muy bien cuando quiero estar sola, me acompañas en mi rutina diaria, disfrutas conmigo los días de lluvia, así como tambien un rico café, vas contento a una clase y enojado a otra, me conociste demasiado. Este año ha sido diferente, paulatinamente fuiste desapareciendo y aunque no lo creas me había conformado con tu ausencia, creí que se cerraba un ciclo o que tu labor conmigo había finalizado, pero estos días te he extrañado, he sentido nostalgia, pena, te prometí que eso nunca pasaría, te prometí que cuando te recordara o hablara de ti, lo haría con una sonrisa.
Hace varios meses que todas las noches me visitas, entras por la ventana de mi pieza y te cuelas en mis sueños, no se si quieres recordarme que estas conmigo y que siempre podre contar contigo o advertirme de algo, en fin, pero me inquieta. Los ultimos días han sido grises y siento defraudarte, lo siento no tengo tu aplomo porque cuando estabas acá todo era mas fácil.
